viernes, 27 de febrero de 2015
jueves, 26 de febrero de 2015
ARTE Y CIENCIA II
Validación en Arte y Ciencia
En el escrito anterior
traté de destacar los parentescos entre arte y ciencia en lo relativo al uso de
la imaginación creadora. Ambas ‘imaginaciones’ se encaminan a sus objetivos,
sobre la base de actitudes similares. En los dos casos, como decía, la
imaginación se nutre de la libertad para decir no, a lo que precede, y de la
libertad para aventurarse en el ¿por qué no? de lo que puede estar por delante.
Sin embargo hay un punto importante que marca fronteras entre esos
comportamientos, vale decir, los procesos científicos y los procesos
artísticos. ¿Acaso deben confundirse, aun desde sus posibles analogías?
Es notorio que solo
algunos rasgos del problema pueden tratarse en la dimensión de estos escritos.
Con todo, parece interesante asomarse a la comparación entre arte y ciencia, esta
vez, en cuanto al modo en que se validan
sus resultados.
Con esa expresión,
validar los resultados, me refiero a esto: ¿de dónde provienen las medidas que
dan la pauta respectiva de lo correcto o incorrecto de una teoría, una
hipótesis, una conjetura, un filme, una novela, una escultura? Más aún, ¿hay
maneras de medir lo correcto o incorrecto
de un filme, una novela, una
escultura?
Las hipótesis y las
teorías científicas deben coincidir, al menos, con dos factores. Uno de ellos
es la coherencia teórica que deben presentar las hipótesis respecto de las
teorías científicas contemporáneas aceptadas. Pero, si se las discute, deben
tener la capacidad de formular modos de comprobación de sus principios, aquellos
que representan una objeción para con las teorías vigentes, a las que apuntan
(modos teóricos y/o empíricos).
También se alude en
ciencias a la capacidad predictiva de una teoría y a la posibilidad de
comprobación de las predicciones. En resumen, salvo en el caso de las teorías
matemáticas (formales), generalmente las ciencias naturales y aun determinadas
ciencias humanas se validan con la realidad.
La validación, en
matemáticas no proviene de la realidad, de un concepto de verdad originado en
la realidad, sino del principio de coherencia interna (formal o lógico).
¿Qué cabe decir, por otra
parte, sobre la validación de los productos del arte? ¿Acaso las medidas para
validar el arte provienen, efectivamente, de la realidad?
Muchos ejemplos
artísticos y cientos de opiniones comunes parecen responder afirmativamente a
esta pregunta. La respuesta genérica
habitual , aún hoy, sería más o menos así: "una obra de arte es buena
cuando se parece a la realidad..." por lo tanto -siguiendo con un fácil,
pero falaz, silogismo- el valor de
esta obra X es alto
porque presenta situaciones que reflejan la realidad.
Insisto, aun cuando
muchas obras de diferentes disciplinas artísticas parecen cumplir su sentido en
la mímesis cercana a la realidad... el
valor de sus productos se encuentra más próximo a la validación que funciona en
matemáticas.
Digo esto no porque en
arte la cuestión sea un juego lógico de mera coherencia interna, sino porque la
autonomía de las obras respecto de la realidad referida (tanto como su valor
artístico) es independiente de esa misma realidad.
La excelencia no reside
en la capacidad figurativa demostrada por un artista. La independencia se hace
patente, aun cuando ocurra un acercamiento desde una representación
inmejorable.
Lo valioso del arte está
en su posibilidad de construir una versión de la realidad como síntesis,
símbolo, emblema… trátese de la representación figurativa o de la
representación abstracta. El valor del arte se juega en los pliegues donde se
oculta e insinúa a la vez el sentido, antes que en los significados exhibidos.
Significados que, por ejemplo, en el arte de tipo representativo tienen como
característica parecer que se parecen a
lo real.
¿Se han alejado, de este
modo, los mencionados territorios puestos en comparación, arte y ciencia?
Diré esto como propuesta
final para la reflexión: en el arte los pliegues están principalmente en su
lenguaje, en su modo de aludir a la realidad. A la vez, en el dominio de la
ciencia, los pliegues están en la realidad misma a la que apunta, cada vez más
compleja a juzgar por la riqueza interpretativa que pone en práctica la investigación
científica actual. El lenguaje científico es construcción, sí, de un lenguaje
interpretativo, pero sobre la base de una realidad que nunca se entrega de
manera transparente. Una realidad que abre una incógnita a continuación, o en
el seno mismo, de cada respuesta formulada.
De esta manera, el
sentido se oculta e insinúa, a la vez, como si se tratara del propio sentido
del arte, lo cual crea una fértil intersección entre ambos territorios.
martes, 24 de febrero de 2015
Los animales del zoo
Los animales del zoo
no
tengo memoria
de
esa selva
donde
nació mi madre
ningún
recuerdo de tormentas
grandiosas
ni
de olores mágicos
o
del agua de un río
donde
reflejarse
no
necesito memoria
para
recordar los días
ahora
porque
todos son iguales
se
repiten
en
este encierro que no entiendo
sobre
este piso sin hojas
entre
estas paredes y barrotes
de
una jaula interminable
miércoles, 18 de febrero de 2015
ARTE Y CIENCIA
1. ARTE Y CIENCIA
El
valor de la colaboración. I
Arte
y Ciencia han estado vinculados, con diferente grado de compromiso, a lo largo
de la historia de Occidente. Quiero proponer una distinción para ese compromiso
según el tipo de vínculo generado entre ambos mundos, el del arte y el de la
ciencia. Me refiero a que, en principio, se puede mencionar tres tipos de
colaboración. Los he denominado: exógena, endógena y mimética. Trataré de
describirlas brevemente. Entiendo por colaboración exógena aquella según la
cual el arte pone de manifiesto a través de imágenes visuales (también en
lenguaje literario) aspectos de la naturaleza estudiados por las ciencias. De
hecho, una buena parte de la poesía contiene dedicaciones a la ciencia, y
tratados científicos se componían en verso-en el pasado- , según el hábito.
El
arte cumple aquí una función comunicacional, pero también de encantamiento para
los receptores, y aporta a los cientistas una mirada distinta respecto de los
fenómenos con los cuales trabajan cotidianamente. Esa colaboración, ¿podría
tener influencias concretas en la ciencia, en el arte, en la sociedad? Podemos
afirmar siguiendo una lógica interna, que la colaboración entre ciencia y arte
influye recíprocamente en ambos campos de actividad, a los que se suma el
contexto de la sociedad como un todo.
Porque:
a) el compromiso afectivo de un cientista con su objeto de estudio redunda en
un compromiso con los procesos investigativos, en la medida en que trae el
objeto de estudio al terreno de una fecunda pasión; b) para los artistas, el
compromiso con los fenómenos de la ciencia ha formado parte de una suerte de enlace
cósmico con la realidad. Este asunto se ha hecho decisivo a partir del
Renacimiento en Occidente, y continúa hasta hoy pese a algunas etapas de
latencia; c) en el ámbito de la sociedad, el encantamiento con los procesos
científicos debería redundar en una convicción, por parte de las fuerzas
activas, en cuanto a la disponibilidad de fondos destinados a la investigación, más allá
de aquellos fondos para proyectos estratégicos, o de interés
empresarial.
Por
eso el segundo tipo de colaboración es la que he llamado: colaboración endógena. La encontramos cuando artistas y cientistas trabajan en conjunto en
grupos específicamente inter-activos. Es un fenómeno que se desarrolla (no
exclusivamente aun cuando de manera especial) a raíz del advenimiento de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación, TIC’s. Pero la historia pasada
registra diversos ejemplos de inicios de la fotografía de registro, por ejemplo, el
de la fotografía y sus relaciones con la ciencia, desde 1839, en tareas de
documentación.
La primera recopilación sistemática, con una intención de clasificación
científica, fue lrealizada por la botánica Anna Atkins (2), entre 1843 y
1853, para su catálogo de "Algas Británicas: Cianotipias". Utilizó
el mismo método de dibujos fotogénicos, pero en este caso sobre papel
sensibilizado con sales de hierro, según el proceso llamado Cianotipia
(Herschel 1840 (circa)).
La
simbiosis entre Ciencia y Fotografía fue especialmente fructífera hacia finales
del XIX. En ese momento, uno de los campos de investigación más importantes de
la física era la determinación de la estructura atómica, y se encontró que
tanto los rayos catódicos (electrones) como los rayos "positivos" (iones
con carga) podían impresionar una placa fotográfica, lo que permitía su
estudio. Uno de los aportes fructíferos de la fotografía a la ciencia es que
permite superar el tiempo de percepción humana: tanto en las velocidades más
rápidas, como en las más lentas. Amplía entonces el horizonte de nuestra
percepción de la realidad, permitiendo acercarse a dimensiones reales,
empíricas, aun cuando no perceptibles, para la capacidad humana de recepción.
Para el caso de las TIC’s (Tecnologías de la Información y la
Comunicación) se habla de una creación conjunta. Fue también, fenómeno
anterior, decisiva la presencia de la ciencia para el desarrollo del arte
cinematográfico (desde 1890), con los aportes de un inventor científico: Thomas
Alva Edison, a quien han llamado ‘padre de la electrónica’. Esta co-relación
entre ciencia y arte, muy especialmente en el caso de las producciones
digitales, se basa en el principio de la ‘constructividad’ del mundo, antes que
en el de la reproducción, aun interpretativa, de la realidad.
Un
tercer tipo de colaboración podría denominarse mimética. Se da cuando los
artistas, en sus procesos creativos, adoptan criterios metodológicos que son
característicos de los cientistas, como a) la experimentación, b) los
procedimientos de ensayo y eliminación de error, c) la prueba en diferentes
soportes como una analogía de la búsqueda de variables. Por su parte, los
cientistas de vanguardia han puesto siempre en funcionamiento, entre otras, una
de las cualidades que parece ser la más representativa de los artistas: la
imaginación. Por cuanto la investigación científica de frontera es realmente
creación de conocimiento respecto de la realidad. Imaginación y creación son
anverso y reverso de la moneda, puede decirse.
Este tema se continúa en otra entrada aquí mismo...
sábado, 7 de febrero de 2015
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